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Percepciones de la Programación: Lo Básico sobre Programar
¿Qué tan difícil puede ser planear para posicionar los recursos antes de que los necesites? Bueno, como muchos gerentes laborales y los que crean el horario saben con base en su experiencia, eso depende.
La serie de blogs Percepciones de la Programación explorará los problemas relacionados con la efectividad del horario y te permitirá reflexionar sobre algunos de los enfoques y estrategias que has aprendido a lo largo de los años de experiencia que te puedan ayudar a crear mejores horarios, sobre todo con la ayuda de un software de programación automática. Comenzaré con conceptos básicos sobre las necesidades diferentes de la programación, sugeriré algunos obstáculos a evitar con los sistemas, y ayudaré a conocer algunas de las características y funciones que querrás tener trabajando para ti en una solución de programación de alto nivel.
Comencemos por pensar sobre de qué se trata la programación: posicionar tus recursos que cumplen con las necesidades de tu negocio, compañía o actividad por adelantado. Es muy común que la mayoría de las personas piensen en programar a las personas, y eso es muy seguido lo que les piden a aquellos haciendo el horario, pero a veces la tarea de programar recursos es igual de importante. ¿Alguna vez te han programado ir a una junta, pero nadie programó un proyector, o alguna sala para llevar a cabo la junta? ¿Qué tan bien resultará programar a la tripulación del tren sin programar el poder (la locomotora) para mover su carga? ¿O, programar al personal de un hospital sin que tenga todas las habilidades técnicas y especializadas que se necesita para hacer el trabajo?
La programación a veces se percibe como el proceso de decidir quién tendrá qué turno, o si Tomás o Carlos o Aimé o Martín o Juany o Bety tendrá el cotizado turno de la mañana. La tarea de programar es más sobre entender el trabajo que se llevará a cabo, los recursos que se requieren, y tener un proceso para desarrollar un plan efectivo y combinar tus recursos al plan. Al mismo tiempo que nunca querrás olvidar que las personas reales tienen necesidades que deben ser consideradas a la hora de crear el horario (como si tienen disponibilidad para trabajar); es importante para un buen creador del horario que no se enfoque en esas preocupaciones, si no que se enfoque en lo que se necesita hacer a la hora de crear el mejor plan para cumplir con las necesidades de sus clientes, el proceso de su negocio u otras consideraciones claves. Un buen horario tomará en cuenta esas consideraciones personales lo más acorde a las reglas o deseos de su negocio, pero eso viene después de que hayas creado tu plan de trabajo.
Yo siempre digo, no puedes crear un buen horario de un mal pronóstico, y ese axioma vale la pena repetir aquí. Un buen plan de trabajo comienza con un pronóstico preciso del trabajo que pretendes servir. Entender el contenido del trabajo de esa carga de trabajo es la manera en que traduces ese volumen a los requisitos del horario. Esos requisitos pueden ser para el equipo, la infraestructura y las habilidades o cualificaciones de las personas que necesitas para realizar las actividades definidas por ese trabajo o por tu negocio. Esa traducción del pronóstico del volumen a la carga del trabajo al plan laboral pasa antes de lo que las personas piensan por “programar”, pero yace en el corazón de lo que hace un buen o un mal horario.
Nunca olvides que un buen horario requiere un buen pronóstico. El pronóstico es clave para definir qué trabajo necesita cubrir tu horario. El proceso de traducir esa carga de trabajo a un plan de trabajo, hasta e incluyendo tus requerimientos específicos del horario, es diferente dependiendo del tipo de trabajo que estés haciendo y de los datos disponibles para el pronóstico.
Ese es el tema de nuestra siguiente edición de Percepciones de la Programación.
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